PUNTO SOCIAL




Se complementaban la una a la otra.








La inteligencia es social, sino, no es inteligencia.




Y en esa ocasión para Amalia el grupo de "Estudiantes de Arte en Lisboa" creado en Facebook, fue su herramienta más poderosa y mágica para su supervivencia en esa nueva ciudad.
La semana anterior a su marcha, a principios de septiembre, había descubierto esa página y simplemente había publicado "Hola a todos!!! ¿Alguien va a estudiar en la Universidad de Bellas Artes? Yo empiezo la semana que viene. Si cualquiera de vosotros que me lea se encuentra en la misma situación que yo, que me envíe un privadito, please".





La verdad es que no había depositado ninguna esperanza en el éxito de su mensaje, pero tampoco era algo que le fuera a preocupar demasiado y mucho menos sería causa de sus angustias.







No se consideraba una divinidad a los ojos de Aristóteles, pues no estaba por encima de todo, no era autosuficiente ni podía vivir alejada de la sociedad. Ella sola aislada en este mundo no podría bastarse.






La vida social de Amalia sería perfectamente aprobada por este filósofo griego, que sostenía que el hombre es social por esencia, pues el ser humano existe siempre en relación con otros de la misma especie y en permanente interacción con ellos, ya que la finalidad de los atributos con que la naturaleza ha dotado a la persona es que ésta viva en comunidad para poder desarrollarse plenamente como individuo.



A la mañana siguiente mientras se tomaba su café con su cigarrito mañanero, después de haber ingerido sus dos tostadas de mantequilla y mermelada de frambuesa, postrada delante de su ordenador de mesa y repasando sus posts, notificaciones y mensajes de Facebook... SORPRESA! Un privado en respuesta a su llamamiento de "busco a alguien para mi llegada a la capital lusa"


Una vez se acepta una solicitud de amistad ya se conoce "ligeramente" a ese/a nuevo/a compañero/a. Y la tarea de investigación de la vida de Blanca le llevó como una media hora a Amalia, pues tenía que echar un ojo a sus cientos de fotografías y cotillear su muro por encima para hacerse un retrato de la susodicha tanto física como psicológicamente.




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