CONSTRUCCIONES INTERNAS



A las 18h30 ya estaban sentadas las tres con dos cervezas y una manzanilla encima de la mesa.



-  Bueno ¿Qué?… piensas contarnos de una vez qué ocurre. Estás ausente y… muy mal tienes que encontrarte para pedir tú una manzanilla - insistió Amalia.
-  Estoy embarazada - respondió Matilda.
-  ¿Del grafitero? Es que no recuerdo su nombre, perdona - preguntó Blanca.
-    Sí.


Matilda les explicó que en alguna ocasión lo hicieron sin utilizar protección. Sabía que corría un riesgo actuando sin cabeza, pero al mismo tiempo, pensaba que a ella nunca le pasarían estas cosas… no sería víctima de este tipo de dramas.



Qué decisión tomar.


Ella intuía que con Sergio no podía contar en absoluto.


Digamos que no sería el padre ejemplar que ella desearía, o al menos, adivinaba que por la labor no estaría.




¡Qué acontecimiento trascendental y complicado se instalaba en la vida de Matilda! Se enfrentaba a una decisión difícil y temía a lo desconocido.


Para Matilda esta situación era altamente complicada.


Desde pequeña siempre había soñado con ser madre, y ese instinto permanecía en ella latente. Tenía 28 años. No era una mala edad para plantearse el asunto de la maternidad. Y quería. Sin embargo, si apenas lograba mantenerse ella ¿cómo iba a hacerse cargo de un bebé? 


¿Qué tal si le pedía ayuda a sus padres? Ni pensarlo. Si no estaban del todo orgullosos de ella por la manera en cómo había encaminado su futuro ¿un nieto? 


La filósofa Ruth Chang afirma que estos rompecabezas son duros porque surgen de los valores que tenemos todos los seres humanos, pues los mismos son incuantificables y como consecuencia de ello, una alternativa ni es mejor ni peor ni igual que la otra. Ella defiende que las elecciones son difíciles porque se localizan en el mismo radio de los valores que están en juego. Cada uno de nosotros tiene el poder de crear razones.



La belleza de las decisiones difíciles reside en la posibilidad de ejercitar nuestro poder de crear argumentos propios y personales. Esto es, al fin y al cabo, lo que nos acaba convirtiendo en las personas que somos: los autores de nuestras vidas.



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