Y se preguntarán el motivo de por qué me ha dado la vena de
explicar esta historia (que se ha hecho eterna en su exposición). Pues supongo
que la razón no es más ni menos que por el empeño que se ha de poner en los
proyectos que nos planteamos a lo largo de la vida.
Uno no puede mostrase durante su existencia en actitud
pasiva en plan “aquí me las den todas”, no no no no!!!!!!! Hay que apuntar
maneras de constancia y perseverancia, que la sangre se note que corre por las
venas.
La actuación perfecta es la tomada por cada uno de los
escaladores y revelada a lo largo de la narración. Se ha de tener fuerza y
espíritu ante cada circunstancia complicada y adversa (aquí no vale conformarse
con lo simplón y sencillo). Se ha de arriesgar todo, pues merece
muchisisisisimo la pena la recompensa que está esperando detrás de toda esa
energía, coraje y fervor que se deposita hasta alcanzar el fin respectivo de
cada uno.
Yo me propongo esforzarme al máximo hasta agotar todo mi
tesón en conseguir las cimas más altas que se presentan en mi camino. Voy a ser
más ambiciosa y a estar tan llena de energía que la misma rebasará mi cuerpo
entero, pero OJO también sé que no lo conseguiré sola, que hay demasiada gente
a mi alrededor que impedirá que caiga aunque sea por un instante.
En esta vida SIEMPRE hay que buscar algo que ponga a prueba
tu habilidad ya que gracias a la inteligencia somos capaces de obtener todo lo
propuesto y TRIUNFAR, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
Vuelvo a repetirme, lo sé, pero en serio, merece la pena
arriesgarlo todo. La pócima es sencilla, una super buena dosis de esfuerzo y
más esfuerzo, pues aunque el sendero sea largo y duro, únicamente con ilusión,
constancia y entereza se logran las culminaciones más maravillosas. Está
prohibido dejar esfumar lo que uno más anhela por debilidad.
PASIÓN y el miedo bien guardadito en un lugar en que no
pueda verse y NUNCA dejar de abarcar grandes retos luchando hasta no poder más.
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